LAS BUENAS NOTICIAS EN SALUD DEL CLUB DE #SANOSYSABIOS#: ¿Tendremos Séptima Ola?. !Hagan juego señores, hagan juego¡
Buenos días mis queridos pacientes y asociados de todo tipo y condición. Bienvenidos al club de #SanosySabios#, donde nos cuidamos y aprendemos a cuidarnos.
Como si de una ruleta rusa se tratase, estamos asistiendo en los últimos días a una nueva ceremonia de la confusión.
Por un lado, tenemos un montón de supuestos «gurús» de la ciencia, haciendo vaticinios catastróficos y gritando a los cuatro vientos que no nos podemos relajar y debemos seguir con todas las restricciones, porque el virus seguirá mutando indefinidamente y nos tendrá así hasta el final de los tiempos, en plan «azote divino».
Por otro lado, tenemos a los otros «gurús», diciendo que esto ya se ha acabado, que hay que volver a la normalidad, eliminar todas las restricciones y seguir con nuestras vidas, porque este virus se ha convertido en un catarro más y ya no va a dar más problemas, en plan «quitemos hierro al asunto».
Pero lo único cierto es que no se puede decir ni lo uno, ni lo otro con absoluta certeza, como suelen hacer los gurús de ambos bandos.
No sabemos si habrá séptima ola, pero sí es verdad que gracias a ómicron y a las vacunas hay ya una gran parte de la población inmunizada. Está bien demostrado que las vacunas actuales han sido capaces de conseguir una protección frente a la enfermedad grave, a la hospitalización y al fallecimiento en la mayoría de personas infectadas.
Este virus y sus posibles nuevas variantes no son ya totalmente nuevas para nuestro sistema inmunitario. Podríamos esperar que en los próximos meses haya nuevas oleadas del virus, que nos siga visitando de vez en cuando, pero ya en pequeñas oleadas con un número de casos graves y fallecimientos cada vez menor.
El objetivo es sin lugar a dudas descongestionar el sistema sanitario. No es lo mismo cien muertos en un día que cien fallecimientos en cien días. Con ómicron hemos visto que un número exacerbado y rápido de infecciones acaba generando también un número muy alto de fallecimientos, y llega a colapsar el sistema, lo cual también genera muertes.
Si el sistema sanitario es capaz de gestionar la situación, podremos volver a lo más parecido a la normalidad. Habrá otros problemas (covid persistente, otros efectos secundarios, necesidad de nuevas vacunas…), pero ya no será una situación de emergencia.
Por tanto, el problema ya no es el virus y eso si que esta bastante claro, sino la gestión que se haga a partir de ahora para evitar que colapse el sistema sanitario, social y económico.
Es el momento de evaluar y prepararse para la siguiente oleada. En las próximas semanas iremos viendo cómo se modifican o suprimen algunas de las medidas que se tomaron para controlar la pandemia. En cada caso concreto será necesario evaluar el riesgo-beneficio: qué riesgo de infección y enfermedad supone eliminar esa medida respecto al beneficio que supone para la salud en sentido amplio, también emocional y mental.
Las medidas restrictivas para evitar los contagios deben ser pocas, eficaces y muy bien explicadas a la población.
Y aplicando toda la información que nos ha dado el estudio de ese virus y la pandemia, no volver a incurrir en errores tan dañinos para la población como inútiles, como es el caso de las siguientes medidas:
– Las mascarillas en el exterior con distancia social nunca han sido necesarias.
– El control de la temperatura corporal a la entrada de los edificios.
– Pulverizar las superficies con soluciones antisépticas.
– Cerrar los parques infantiles.
– Las medidas tan restrictivas que se han implantado en los colegios, sabiendo que los menores de edad son la población menos vulnerable a la covid-19 y no son grandes transmisores del virus, como los grupos burbuja, confinamientos…
– Ya hemos comprobado que las vacunas no evitan el contagio ni la transmisión del virus, por lo que los certificados o pasaportes de vacunación dejan de tener sentido. Quizá solo han servido para animar a que se vacunaran algunas personas para las que ir a la discoteca era más importante que evitar fallecimientos.
– Ómicron también ha demostrado que las medidas de restricciones de viajes y el aislamiento internacional al que se sometió a Sudáfrica carecen de sentido.
Por tanto, es absolutamente necesario un cambio de estrategia que centre los esfuerzos en el enfermo y no en el infectado.
Los recursos se deberían dedicar a la prevención, diagnóstico y tratamiento de los más vulnerables y los casos graves.
Ómicron produce enfermedad grave en personas no vacunadas, incompletamente vacunadas y en pacientes vulnerables, y, por tanto, es en estos grupos de población donde hay que centrar los esfuerzos preventivos, diagnósticos y terapéuticos. Se trata de dedicar los esfuerzos no en el infectado, sino en el enfermo.
No nos sirve de nada saber cuantos infectados hay ahora, porque no refleja la gravedad de la situación y solo contribuye a generar más miedo e incertidumbre en la población. Hay que centrarse en los hospitalizados y fallecimientos como indicadores de la evolución del virus.
Lo más importante: priorizar el fortalecimiento del sistema sanitario
Durante esta “tregua” es fundamental priorizar el fortalecimiento del sistema sanitario en su conjunto. Los recursos de los que disponemos actualmente no son suficientes para responder a la pandemia actual ni a las que puedan aparecer en el futuro. Ómicron ha dejado en evidencia las carencias de nuestro sistema de Atención Primaria y sociosanitaria en su conjunto.
No podemos descartar nuevas oleadas durante esta pandemia. La primera ola fue imprevista, las siguientes eran esperables. Quizá no podamos evitar que haya nuevas olas, pero lo que sí se puede evitar son sus efectos devastadores. Si hubiéramos priorizado el fortalecimiento del sistema sanitario, podríamos habernos ahorrado muchos ingresos y muertes por este motivo.
Así que me da lo mismo que haya séptima, octava o novena, porque lo único importante es estar preparados para gestionarla de la mejor manera posible. Y ahora ya no podemos decir que no lo sabíamos, porque ahora sabemos muy bien lo que debemos y lo que no se debería haber hecho.
Hagan juego señores y apuesten por su sistema sanitario. Es caballo ganador, si esta bien pertrechado, para lo que pueda venir.
Y hoy me despido aquí, sin dar las buenas noticias del Universo de la luz, porque quiero que leáis y releáis este exabrupto monográfico sobre el virus y lo que podemos esperar de él, en función de lo que hagamos a partir de este momento.
Hasta la próxima semana mis queridos socios del club de #SanosySabios#. Que la salud y la sabiduría os acompañen.
Doc Juan Carlos Alonso
#SanosySabios#
Círculo de Salud
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