Buenos días mis queridos pacientes y asociados de todo tipo y condición. Bienvenidos al club de #SanosySabios#, donde nos cuidamos y aprendemos a cuidarnos.

Después de saltarme una semana de buenas noticias por razones personales (nada graves afortunadamente) he estado observando la evolución de lo que esta ocurriendo a nuestro alrededor con un poco más de perspectiva. ¿Y sabéis qué?.

Me acabo de dar cuenta que el mundo se acaba.

Si hacemos un repaso de todo lo que ha pasado en los dos últimos años con la pandemia, sindemia o epidemia (me da lo mismo el nombre que le pongan), los volcanes y múltiples desastres naturales y ahora con la guerra en Ucrania (aquí al ladito, vamos). Sólo podemos llegar a una conclusión categórica. Esto se va a la MIERDA.

 

¿Cómo os habéis quedado? ¿Notáis el gusanillo de pánico en el estómago? ¿Acaso pensabais que nos íbamos a escapar tan fácilmente? ¿Acaso creíais que todo iba a volver a nuestra cómoda normalidad de antes? Pues NO, la respuesta es NO y mil millones de veces NO.

 

Con esta certeza es cuando te hago la pregunta del título de hoy: ¿Y tú que vas hacer a partir de ahora?

El sistema tal como lo tenemos montado, no funciona y en estos momentos se esta volviendo contra nosotros y no esta dando por todos los lados sin tregua.

¿Te vas a quedar mirando o piensas hacer algo con el tiempo que te queda?

Como dijo no sé quien muy acertadamente: O somos parte de la solución o somos parte del problema. Tú, ¿Qué prefieres ser?.

El mundo, tal como lo conocemos, nos esta llevando a la extinción con mucha gracia y poco a poco. Así que, o espabilamos y cambiamos el mundo o el mundo se deshace de nosotros, porque somos el cáncer del planeta.

Hemos llegado a un momento en que no sirven las buenas intenciones, sólo sirven las buenas acciones. Y con esto no quiero decir que salgamos a la calle a montar una revolución y terminemos arrasando lo poco que queda en pie.

Sólo me refiero que cada uno debe mirar para sus adentros y empezar desde ya mismo a actuar en su día a día de forma diferente para conseguir una «trasformación» efectiva. Sólo desde las pequeñas acciones de cada uno de nosotros crearemos un nuevo modelo de sociedad y lograremos trasformar en positivo al homo sapiens sapiens.

 

Este homínido que se puso de pie y liberó las manos y empezó a pensar y eso le llevó a alcanzar unas cotas de desarrollo que pocos se hubieran podido imaginar. Y ahí aprendió que si hacía algo para todos, recibía mucho más que si sólo pensaba en sí mismo y que sus probabilidades de supervivencia aumentaban exponencialmente, si pertenecía a una manada donde se protegían y ayudaban unos a otros.

 

En algún momento de nuestra evolución nos perdimos y nos creímos más listos que nuestros semejantes y empezamos a aprovecharnos y a abusar unos de otros y ahí creamos este mundo que ahora se acaba.

 

Y ahora sólo hay dos alternativas:
– Sigo como siempre y dejo que la especie humana se vaya extinguiendo con el tiempo.
– O pongo a trabajar mis manos, mi mente y mi corazón para volver al origen de nuestra especie y reinventarnos de nuevo.

 

La vida que todos los sapiens merecemos, sólo depende de cada uno de nosotros. Vas a dejar que un pequeño grupo de sapiens que no les importamos, más que como mano de obra, te obliguen a vivir como ellos quieren. O vas a levantarte todos los días con la actitud de mejorar tu vida y la de los que te rodean con pequeñas acciones que marquen la auténtica diferencia.

Yo ya sé lo que voy a hacer. Y tú?

 

 

EL UNIVERSO DE LAS BUENAS NOTICIAS:

 

Los abrazos: ¡Que gran medicina!

 

El estudio, liderado por Aljoscha Dreisoerner, de la Universidad Goethe, Alemania, se ha centrado en los efectos positivos que tienen los abrazos en lo que se refiere al estrés. Recibir abrazos de otras personas, así como de uno mismo, reduce las hormonas del estrés.

Los científicos han tomado voluntarios, a los que se les ha sometido a una prueba de estrés en forma de entrevista falsa de trabajo, para luego dividirlos en tres grupos con situaciones diferentes: unos han recibido un abrazo de 20 segundos, otros se han abrazado a sí mismos durante ese mismo tiempo y los últimos no han recibido abrazo alguno.

Los resultados del estudio han señalado que aquellos que habían recibido un abrazo, aunque fuese suyo propio, mostraban niveles de cortisol más bajos, es decir, habían reducido los efectos negativos del estrés. Y cuanto más largo es el abrazo, más reduce los niveles de cortisol.

 

Reducir la carne y los lácteos puede alargar tu vida más de 10 años

 

Eres lo que comes, y hacer algunos cambios en tu dieta puede alargar considerablemente tu esperanza de vida.
Un estudio publicado esta semana en la revista PLOS Medicine revela que reducir la carne roja, procesados y lácteos, y aumentar los frutos secos, verduras, legumbres o granos integrales podría estirar tu vida 13 años más.

 

Las elecciones saludables a la hora de confeccionar tu menú diario influyen mucho en la prevención de enfermedades, en tu bienestar y salud mental, y también en tu esperanza de vida.

 

Según una nueva investigación publicada en PLOS Medicine, realizar algunos cambios en tu alimentación puede alargar con creces tu longevidad. Si adoptas esta perspectiva saludable cuando eres joven, podrías incluso añadir 13 años a tu vida. Sin embargo, nunca es tarde para empezar: una mujer que comienza a los 60, podría sumar 8 años extra a su vida, 9 en el caso de los hombres.

 

La dieta occidental típica tiende al exceso de carnes rojas y alimentos procesados, mientras que la mediterránea cuenta con todas las claves para alargar la esperanza de vida: la grasa saludable del aceite de oliva y los frutos secos, granos integrales, frutas y una gran variedad de hortalizas frescas.

 

Todas estas conclusiones se extraen del estudio Global Burden of Disease, una base de datos que rastrea 286 causas de muerte, 369 enfermedades y lesiones, y 87 factores de riesgo en 204 países y territorios de todo el mundo para modelar el efecto de los cambios en la dieta. Ahí queda eso. 

 

Tira las sillas y siéntate en el suelo: Vivirás más.

 

Precisamente, una nueva investigación publicada en el European Journal of Preventive Cardiology sugiere que la capacidad para ponerse de pie desde una posición sentada en el suelo con las piernas cruzadas, y sin usar ninguna de las extremidades, es un buen indicador de longevidad y de riesgo de mortalidad por todas las causas.

Quienes son menos capaces de completar este movimiento tienen 5 o 6 veces más probabilidades de morir que los que son más capaces de completar la tarea.

«Es bien sabido que la aptitud aeróbica está fuertemente relacionada con la supervivencia, pero nuestro estudio también muestra que mantener altos niveles de flexibilidad corporal, fuerza muscular, relación entre potencia y peso corporal y coordinación», destaca la investigación.

Este hábito no solo es bueno para realizar las actividades diarias, sino que tiene una influencia favorable en la esperanza de vida, explica Claudio Gil Araújo, principal autor del estudio.

Centrándonos en la isla japonesa de Okinawa, sus longevas mujeres tienen por costumbre sentarse la mayor parte del tiempo en el suelo, ya que el interior de los hogares es minimalista y únicamente hay un mínimo de muebles.

 

«Pasé dos días con una mujer de 103 años y la vi levantarse y bajarse desde el suelo unas 30 o 40 veces, así que son como 30 o 40 sentadillas diarias», dice Dan Buettner, fundador de Blue Zones.

Puedes tomar nota y pasar de estar en una posición sentada en el piso a una posición de pie, varias veces al día. Es bueno a todas las edades, mejora la condición física y la movilidad músculo-esquelética, previene lesiones y reduce la posibilidad de caídas asociadas al envejecimiento.

Ahorras en muebles y en gimnasios, toma ya!!

 

 

Con estas tres noticias de longevidad saludable me despido y espero haberos motivado lo suficiente para que vosotros lo trasmitáis a aquellos que os rodean.

 

 

Hasta la próxima semana mis queridos socios del club de #SanosySabios#. Que la salud y la sabiduría os acompañen.

 

 

Doc Juan Carlos Alonso
#SanosySabios#
Círculo de Salud