LAS BUENAS NOTICIAS EN SALUD DEL CLUB DE #SANOSYSABIOS#: Salud Mental, Coronavirus y un discurso al final.

Buenos días mis queridos pacientes y asociados de todo tipo y condición. Bienvenidos al club de #SanosySabios#, donde nos cuidamos y aprendemos a cuidarnos.

Para el año 2030, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo. Según un informe del Ministerio de Sanidad español, el trastorno de ansiedad es el más frecuente: afecta al 6,7 % de población (8,8 % en mujeres, 4,5 % en hombres). Esta cifra alcanza el 10,4 % si se incluyen signos o síntomas de ansiedad.

Estamos hablando que, al menos, una de cada 10 personas esta teniendo problemas de ansiedad que interfieren gravemente en el devenir de sus rutinas habituales y le impiden disfrutar de una vida plena y satisfactoria.

Pero, ¿Qué es la ansiedad?. Básicamente es la aparición de un miedo desproporcionado a situaciones que no deberían provocarlo en circunstancias normales. Y cuando hablamos de normalidad ahora, nos damos cuenta que vivimos casi 2 años en un microcosmos que tiene de todo, menos normalidad.

Todos nos hemos visto afectados en mayor o menor medida por este miedo atávico y sinsentido que nos ha bloqueado o descolocado en algún momento. Pero lo que pensábamos que iba a durar un suspiro, esta durando más de lo que hubiéramos deseado.

Y por poco que mires a tu alrededor, todos tenemos a una o varias personas atenazadas y condicionadas por ese miedo que se han visto obligadas a aparcar su vida por un «bicho cabrón».

Lo fácil sería echarle la culpa al virus. Pero todos sabemos que eso no es cierto. La culpa es de la respuesta que hemos dado a esta amenaza como sociedad global.

Hemos generado mucho más miedo del necesario con las informaciones alarmistas y catastrofistas en casi todos los medios de comunicación, nos hemos creído que con dinero y cerrando nuestras fronteras nos íbamos a salvar y con eso sólo hemos conseguido aislarnos todavía más y generar más miedo todavía al extraño, al que viene de fuera y al que debemos echarle la culpa.

Pues no no hay nadie que tenga la culpa de todo lo que nos pasa. Nosotros somos los únicos culpables de todo lo que nos pasa como individuos y como especie sobre este planeta. Porque nos hemos olvidado que lo mejor de nosotros como individuos y como especie, lo damos cuando trabajamos para el bien común.

El Bien Común es lo que hizo que sobresaliéramos como especie y llegáramos a las cotas más altas de nuestro desarrollo. Y eso se llegó a atisbar en los primeros meses de la pandemia, cuando empezamos a colaborar sin importarnos quien se llevaba la medalla y a quien favorecíamos más. Porque sabíamos que al final, nos íbamos a beneficiar todos.

Pero hubo un momento en que el miedo nos pudo y reculamos como cobardes. Nos aislamos en nuestros cuarteles de invierno y les dimos la espalda a nuestros semejantes y empezamos a pensar sólo en nosotros y a los demás que les den. Y ahí empezó el MIEDO a apoderarse de nosotros y a aniquilar toda clase de esperanza.

Dejamos que nos vendieran (y lo compramos a manos llenas) un supuesto paraíso privado a precio de oro en forma de vacunas y de una falsa seguridad en que conseguiríamos impedir que el virus nos matará. Pero el virus no entiende de fronteras y siguió a su bola y siguió mutando y trasmutando sin conciencia. Y paradójicamente después de unas cuantas variantes que aparecieron en Brasil, La India y Sudáfrica entre otras, países que dejamos fuera de nuestro paraíso privado, nos llegó el Omicron para salvarnos de tanta estupidez humana.

Pero somos tan cretinos que ni teniéndolo en los morros, lo vemos y seguimos erre que erre. Porque el miedo convertido en ansiedad se ha convertido en el dueño de nuestros actos y sólo vemos enemigos por todos los sitios.

Y ahora que podemos hacer. Pues no queda más remedio que volver al origen. Debemos retornar al concepto de Tribu, donde la supervivencia del conjunto siempre ha estado por encima de la del individuo. Porque todos sabemos que es la única forma de recuperar lo que nos hace más humanos que nada, la lucha por el Bien Común de nuestra especie.

Y si ahora no es un buen momento para iniciar una revolución para cambiar este rumbo patológico, no sé cuando lo haremos, ni si lo haremos algún día. Por eso, hoy os animo a iniciar una nueva revolución, donde la única premisa sea alcanzar los medios necesarios para que todos los tribalistas de este planeta encuentren la mejor forma de vivir cada en su entorno y con sus costumbres.

Porque la felicidad no es un concepto abstracto, es un concepto multiforma que cada uno debe adaptar en su vida y en su sociedad para conseguir lo mejor para el conjunto de los individuos.

Podría seguir divagando sobre este y muchos otros temas, pero no vale la pena, si no consigo conmoveros hasta tal punto que os haga reaccionar y no se me ocurre mejor estrategia que la música. Me gustaría que os pusierais la canción «Imagine» del genial John Lenon a todo volumen y os fijarais en la letra y la interiorizarais hasta tal punto que se convierta en vuestro credo. Y si no os conmueve esto, es que ya no hay nada que hacer.

Aunque ya sabéis que yo soy optimista por naturaleza y siempre pienso y pensaré que siempre hay esperanza para el cambio positivo. Y alguna cosa más se me ocurrirá seguro.

Os mando un abrazo virtual y mis disculpas por que hoy no he sido capaz de dar tantas buenas noticias, como me hubiera gustado. Soy humano y por tanto, poco de fiar e imperfecto.

Hasta la próxima semana mis queridos socios del club de #SanosySabios#. Que la salud y la sabiduría os acompañen.

 

 

Doc Juan Carlos Alonso
#SanosySabios#
Círculo de Salud

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