LAS BUENAS NOTICIAS EN SALUD DEL CLUB DE #SANOSYSABIOS#: ¿Qué pueden hacer los virus por ti?. Además de hacerte enfermar….

Buenos días mis queridos pacientes y asociados de todo tipo y condición. Bienvenidos al club de #SanosySabios#, donde nos cuidamos y aprendemos a cuidarnos.

Estamos inmersos en una época de nuestras vidas en que todo lo que huele a virus o a cualquier otro bichito, nos lo queremos cargar inmediatamente. O como dirían algunos, el mejor bicho es el bicho muerto. O más vale bicho muerto que cientos volando. Y se me ocurren más «tontás», pero no voy a seguir por ese camino que me pierdo.

 

En resumen, estamos en un estado de pánico mediático y le hemos cogido tanto odio al coronavirus que lo estamos extrapolando a cualquier ser microscópico con capacidad para meterse en nuestro cuerpo y liarla parda en un momento.

 

Pero, no todos los bichitos son malos. Y por eso, creo que este artículo es necesario. Debemos reconciliarnos con la naturaleza y reconocer que hay muchos bichos sueltos que están para ayudarnos a estar sanos o a recuperar la salud, si estamos enfermitos.

 

Hoy voy a hablar de los virus exclusivamente. Pero ya sabéis que muchas bacterias que viven en nosotros (bendita microbiota), son las responsables del mantenimiento o recuperación de nuestra salud y también hay muchos hongos con propiedades medicinales con un potencial beneficioso grandioso sobre nuestro sistema inmune y con resultados positivos sobre el tratamiento coadyuvante del cáncer, infecciones de repetición, enfermedades degenerativos y/o autoinmunes.

 

La próxima semana hablaremos de la Micoterapia (tratamiento con hongos) como una rama de la medicina con un desarrollo en ciernes de dimensiones descomunales. Así que nos os perdáis el boletín dominical de la próxima semana.

 

Es imposible contar en un espacio tan corto como este boletín, todo lo que pueden hacer los virus por nosotros. Pero daremos unas pinceladas para que se os quede la boca abierta y se meta algún virus, de los buenos, por ella de tanto babear al leer estas noticias.

 

En el tratamiento del cáncer tenemos varios ejemplos alucinantes:

 

El caso del retinoblastoma es espectacular. Este es un tipo de cáncer ocular que afecta principalmente a niños. Puede causar ceguera y, si no responde al tratamiento, hay que extirpar los ojos para que no se extienda a todo el cuerpo.

Existe un adenovirus modificado genéticamente que ataca y elimina a las células cancerígenas sin afectar a las sanas. Impresionante eh¡¡¡¡

Hay ensayos para usar otros virus modificados en el tratamiento de otros tipos de tumores como los melanomas, glioblastomas e incluso para el cáncer de cuello de útero, causado por otro virus.

 

 

En el tratamiento de enfermedades crónicas también encontramos estudios que parecen sacados de una novela de ciencia ficción:

 

 

Hay en curso varias investigaciones sobre el uso de bacteriófagos (virus que atacan a bacterias) para e tratamiento de la fibrosis quística y la colitis ulcerosa, que demuestran que las personas sanas tienen una composición de fagos en su intestino diferente que las personas con colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, dos trastornos intestinales graves.

 

Esto también podría estar relacionado con la eficacia del trasplante de heces. La presencia de un virus entérico parece compensar la función benéfica del microbioma intestinal en ratones.

 

Incluso hay un virus, llamado GBV-C, que contribuye a mejorar el pronóstico de los enfermos de SIDA. Las personas que tienen ese virus, relacionado con el de la hepatitis, pero que no produce ninguna enfermedad, no están libres de SIDA. Ahora bien, tienen menos síntomas y la mortalidad en ese grupo es menor.

 

En el tratamiento de infecciones recurrentes o multirresistentes tienen un papel potencialmente brutal:

 

La fagoterapia es el uso de bacteriófagos para tratar infecciones graves. Es una alternativa al uso de antibióticos, especialmente en aquellas infecciones en las que las bacterias son resistentes a la mayoría de los antibióticos disponibles.

Estos virus son muy específicos. Pueden atacar a las bacterias patógenas, sin causar ningún efecto en nuestro microbioma “bueno”. Es un tipo de tratamiento muy controlado, y sólo se utiliza en infecciones muy graves y cuando no hay otras opciones.

Por otra parte, podrían ser una alternativa al uso de antibióticos, disminuyendo así la presión selectiva y la aparición de resistencias.

 

En el ámbito de la seguridad alimentaria se esta trabajando en alternativas tan interesantes como:

 

 

Varias empresas trabajan en el desarrollo de “cócteles de fagos” para administrar a animales de granja. Al ser efectivos frente a las bacterias patógenas más comunes en cada especie, mejoran la salud de los animales y a disminuir el uso de antibióticos. Y también se propone su uso para luchar contra los microorganismos que alteran alimentos.

 

Y como no hablar de la fabricación de vacunas: Todo un clásico.

 

 

Los Baculovirus se utilizan para fabricar vacunas. Para ello, se introduce el gen de interés en el virus, y luego se infecta al insecto, convirtiéndolo en una pequeña “biofactoría” que produce las proteínas de interés.

Algunas de las vacunas más prometedoras frente al SARS-CoV-2 utilizan adenovirus. También se han utilizado para fabricar vacunas frente al Ébola o el Zika y se ha creado una vacuna polivalente, frente a la peste aviar y a la enfermedad de Newcastle, utilizando un virus recombinante.

 

Pero aún hay más y en aspectos que seguro que desconocéis y os dejará patidifusos….

 

 

En el fondo del mar (y esto no es una canción de Disney) también hay virus. Se estima que en los océanos hay entre 10²⁸ y 10³⁰ virus. Son componentes clave de los ecosistemas marinos y pueden infectar a animales, algas y plantas marinas o a otros microorganismos.

 

Lo alucinante es que estos virus liberan más de 145 gigatoneladas de carbono al año en los océanos tropicales y subtropicales y contribuyen de manera fundamental a mantener el ciclo del carbono en los ecosistemas, imprescindible para la supervivencia del planeta entero.

 

Y ya para terminar, algo que nos viene desde el vientre materno a todos y cada uno de nosotros. En el genoma humano hay un 8% de ADN vírico. Son restos de retrovirus que se han insertado en nuestro ADN a lo largo de la historia de la humanidad y hasta hace poco se le consideraba “ADN basura”.

Estudios recientes han descubierto que este ADN vírico codifica una proteína, la sincitina, que es esencial para la formación de la placenta, el órgano que permite el intercambio de sustancias entre la sangre de la madre y la del feto. ¿Cómo te has quedado?

 

 

Y con este bombazo informativo que demuestra que estamos aquí gracias a un ADN vírico que nos permite alimentarnos de la placenta de nuestra mami, os dejo para que pongáis en valor el papel de estos sufridos bichos.

 

 

Ponga un buen virus en su vida para que se encargue de los malos y nos ayude a vivir más y mejor.

 

 

Que la salud y la sabiduría os acompañen.

Doc Juan Carlos Alonso
#SanosySabios#
Círculo de Salud

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