Buenos días mis queridos pacientes y asociados de todo tipo y condición. Bienvenidos al club de #SanosySabios#, donde nos cuidamos y aprendemos a cuidarnos.

Recientemente he leído el resumen de una charla que versaba sobre las políticas de salud pública y su impacto en la sociedad impartida por dos cabezas pensantes como la copa de un pino, la Dra. Beatriz González López-Valcárcel (Catedrática de Métodos Cuantitativos en Economía y Gestión de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria) y el Dr. Ildefonso Hernández Aguado (Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández de Elche).

El contenido de la misma me ha parecido tan relevante y necesario en estos momentos en los que reina la confusión, el descreimiento y la desesperanza en términos absolutos, que la quiero compartir con todos vosotros y añadir humildemente algún comentario propio.

En primer lugar, quiero dejar claro el concepto de Salud pública para que no se confunda con Sanidad pública, sobre todo.

En sentido amplio, podríamos decir que todo lo que afecte a la salud de la población esta dentro del ámbito de la salud pública.

Se previene la enfermedad desde la Sanidad pública con vacunas y con la detección precoz de enfermedades, entre otras acciones.

Pero las políticas sociales que actúan para evitar la contaminación y el hacinamiento, la creación de ambientes saludables y zonas verdes y para atajar la explotación laboral y la pobreza con un ingreso mínimo vital, tienen un impacto indudable en la salud de la población y forman parte del ámbito de la Salud pública.

Por tanto queda claro que todas las políticas pueden tener impacto en salud y por ello la idea central de la salud pública es analizar el impacto en salud de todas las intervenciones públicas: desde los planes de urbanismo hasta los impuestos y cosas más alejadas aparentemente.

La propia naturaleza y alma de la salud pública es evidentemente multidisciplinar y requiere una combinación de profesionales entre lo cuales están incluidos el personal sanitario como médica/os, enfermería, farmacéutica/os o veterinaria/os. Pero también son necesarios e imprescindibles los economistas, sociólogos, informáticos, bioestadísticos, urbanistas, juristas y hasta los políticos.

Por esta razón, la salud pública esta por encima de la sanidad pública o privada. Porque las directrices generales que van a conseguir que un país tenga unos buenos indicadores de salud dependen de muchos factores y no sólo de los exclusivamente sanitarios.

Con la pandemia nos hemos dado cuenta de la enorme importancia de la Salud Pública para encarar y encauzar estos problemas de forma coordinada y no como un pollo sin cabeza al grito de «Sálvese quien pueda».

Cuando vino la pandemia y miramos para todos los lados buscando a alguien o algo que nos dijera lo que teníamos que hacer, no encontramos a nadie y sólo oíamos a un montón de gurús a grito pelado para tener su momento de gloria.

Esperábamos un plan con una serie de medidas e intervenciones de salud pública para luchar coordinadamente contra la pandemia y nos dimos cuenta que no existía.

Porque las acciones en Salud pública no están apadrinadas. Es decir, no hay empresas que las promuevan y financien, porque no reportan beneficio. Así que nadie se preocupa tampoco de su evaluación.

Si la población consume más cantidad de un determinado suplemento vitamínico o se pone la tercera dosis y encima se la pagan religiosamente, alguien se beneficia. Si sencillamente comemos más sano o hacemos más deporte, directamente no mejora la posición económica de nadie.

Y ha tenido que llegar esta situación en plan catástrofe de película para que Europa ponga en marcha la agencia HERA (European Health Emergency Preparedness and Response Authority) para crear estas políticas tan necesarias. ( a toro pasado como siempre)

Y en nuestro país como no podía ser menos tras diez años de retraso, finalmente se creará el Centro Estatal de Salud Pública, aprobado en la Ley General de Salud Publica de 2011. Este centro trae esperanza y sí funciona en red aprovechando la inteligencia en salud pública, esté donde esté y atrayendo talento hacia ese terreno, nos convertiremos en un país mejor y mas preparado para futuras pandemias.

Y me gustaría terminar con una frase literal de estos dos monstruos del conocimiento con sentido común:

 

«El reto principal de la salud pública es lograr que la sociedad y sus decisores políticos perciban el valor humano, social y económico de evitar la enfermedad en todas sus vertientes y el sufrimiento, cuando se pueden prevenir».

 

Y ahora pasemos a las mejores noticias que he encontrado y que os merecéis más que nunca.

 

UNIVERSO DE LAS BUENAS NOTICIAS: Virus y Animales, vaya revoltijo.

 

La nueva variante del coronavirus en África aparece por el escaso porcentaje de población vacunada: Esta no es buena, pero era necesario.

Mientras se producían, aprobaban y distribuían las vacunas contra el coronavirus, los expertos sanitarios advirtieron que las dosis debían llegar a todo el mundo, no sólo a los países más ricos.

Esto era necesario para reducir las tasas de mortalidad y enfermedades graves en las naciones más pobres, y para proteger a sus poblaciones.
Cuanto más se extienda el virus, más probable será que mute y dé lugar a una cepa que podría ser más peligrosa para todos, incluidos los vacunados.

¿Y ahora qué?. Cuando nos vamos a dar cuenta que dependemos los unos de los otros y que debemos de cuidarnos unos a otros. Hasta la propia OMS lo ha advertido en repetidas ocasiones.

Políticos del mundo, un poco de sentido común para variar y arreglen este desaguisado antes de que sea demasiado tarde.

 

Inmunidad innata entrenada contra el coronavirus de la COVID-19

La llegada de las vacunas contra la COVID-19 ha supuesto la mejor arma contra la pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2.

A su vez, ha puesto de manifiesto la necesidad de disponer de herramientas efectivas y rápidas contra la aparición de nuevos virus. Esto puede conseguirse mediante el entrenamiento del sistema inmunitario innato. 

Esto es lo que se ha demostrado en un trabajo conjunto de numerosas instituciones coordinado por los investigadores Carlos del Fresno, del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario La Paz (IdiPAZ), Juan García Arriaza y Mariano Esteban del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) y David Sancho, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).

En este estudio, los investigadores han demostrado que una inmunoterapia basada en bacterias muertas, denominada MV130, protege contra la infección causada por el coronavirus SARS-CoV-2 en ratones susceptibles a dicho virus, en experimentos realizados en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA), del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC), en Madrid.

Así, la mortalidad de los animales infectados fue significativamente menor cuando recibieron la inmunoterapia con MV130 de modo previo a la infección.
Esta inmunoterapia entrena el sistema inmunitario innato que es el primero en responder frente a cualquier bicho para ser más eficaz en los primeros enfrentamientos con el virus y así evitar la diseminación y las formas graves del Covid 19.

 

Cinco razones para montar un Zoo en tu casa: Fantasía Disney en estado puro.

Los chimpancés y las enfermedades cardiovasculares

A medida que los seres humanos hemos evolucionado, nuestra constitución genética se ha ido modificando y nos ha expuesto a un mayor riesgo de sufrir obstrucción arterial.

Si a este factor se suma el hecho de que hemos aumentado nuestra ingesta de carne roja y de otros alimentos que acrecientan nuestras probabilidades de padecer una enfermedad cardiovascular, estamos reuniendo todos los elementos para que estalle una tormenta perfecta.

Un estudio reciente revela que fue la pérdida de un gen específico lo que hizo que el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares fuera mayor en los seres humanos que en otros animales como el chimpancé. Si lo ponemos en nuestro genoma, igual las cosas mejoran.

 

Las ratas topo desnudas y el cáncer

Puede que la rata topo desnuda no sea un deleite para la vista, pero este roedor despierta un gran interés en la comunidad científica porque posee la cualidad de no enfermar de cáncer.

Además, estas ratas podrían enseñarnos algunas cosas sobre la longevidad. Por su tamaño, deberían tener un tiempo de vida similar al de su pariente el lirón (unos cuatro años); sin embargo, es frecuente que vivan siete veces más.

Voy a adoptar una rata topo y a ver que averiguo. Ya os iré contando…

 

Los canguros y la osteoartritis

Los canguros pueden saltar a una velocidad de 64km/h con poco riesgo de sufrir artritis, hasta una edad muy avanzada.
Una singular estructura cartilaginosa en las rodillas les permite resistir la fuerza de repetidas flexiones y el impacto del suelo.

Además, la disposición de los ligamentos mejora la estabilidad de la articulación, lo cual es importante para la buena salud de articulaciones.
El estudio de estas capacidades ayudaría a mejorar los materiales empleados en los implantes artificiales de rodilla para los seres humanos.

¿Y que no adoptaré también un canguro?

 

Los peces ciegos de las cuevas y la diabetes

La diabetes constituye un problema de salud a nivel mundial y es una importante causa de ceguera, insuficiencia renal, infarto, derrame cerebral y amputación. Casi una de cada diez personas adultas padece esta enfermedad.

La solución para la diabetes —si es que hay alguna— podría buscarse en el pez ciego de las cuevas mexicano.

Este pececillo, que se atiborra de algas, es capaz de darse un atracón sin sufrir daño alguno, pues está adaptado de forma asombrosa para sobrevivir sin regular el azúcar en su sangre.

Esto significa que los síntomas que se observan normalmente en las personas diabéticas que sufren variaciones extremas de los niveles de glucosa en sangre no suponen, al parecer, ningún problema para estos peces. Muy interesante…

 

Las cebras y las úlceras

Dado que vivimos en un entorno sometido a una creciente presión, estamos adquiriendo cada vez más conciencia de nuestra salud mental.
Esto significa que experimentamos estrés crónico durante períodos prolongados y esta circunstancia puede ocasionar úlceras de estómago.

Normalmente, la cebra cuando padece estrés, lo hace durante períodos muy cortos. Pero no suelen experimentar períodos de estrés crónicos más duraderos.

Sin embargo, algunos estudios han demostrado que exponer a animales como, por ejemplo, las ratas a períodos de estrés prolongados y persistentes puede inducir úlceras similares a las que se observan en los seres humanos.

Esto sirve para recordarnos que nuestros estilos de vida modernos, caracterizados por un estrés constante, son nocivos para todos los aspectos de nuestra salud. Aprendamos de las cebras a vivir con más calma y tendremos menos úlceras.

 

Espero que el monográfico sobre los animales, nos enseñe a ser más humildes y más solidarios con nuestros congéneres humanos y no humanos.

 

Hasta la próxima semana mis queridos socios del club de #SanosySabios#. Que la salud y la sabiduría os acompañen.

 

Doc Juan Carlos Alonso
#SanosySabios#
Círculo de Salud