LAS BUENAS NOTICIAS EN SALUD DEL CLUB DE #SANOSYSABIOS#: ¿Es posible un nuevo comienzo con el fin de las mascarillas?

Buenos días mis queridos pacientes y asociados de todo tipo y condición. Bienvenidos al club de #SanosySabios#, donde nos cuidamos y aprendemos a cuidarnos.

El próximo 18 de Abril se anuncia el fin de las mascarillas de manera obligatoria en interiores, salvo en contados sitios de especial riesgo.

Lo primero que sentí al leer la noticia, fue una mezcla de alivio y de vértigo. Alivio por lo que supone de FIN con mayúsculas de esta pandemia y vértigo por el miedo que se nos ha enquistado durante estos dos años y que todavía nos ronda por ahí dentro.
Sin embrago, enseguida se me apoderó una gran alegría y un a gran desazón a partes iguales.

Alegría por todo lo que vamos a recuperar en cuestión de «tocamientos». Podremos volver a tocarnos en todos los sentidos, ya sea en forma de abrazos, caricias, besos, palmadas, estrechón de manos y mil formas más que ahora no se me ocurren.

Y desazón por la duda de que no seamos capaces de recuperar todo lo anteriormente escrito, por culpa del miedo a revivir todo lo que nos ha pasado estos dos años o a que reaparezca la tan temida amenaza viral.

Pero, al final, se impuso la necesidad profunda y hasta vital de tocar a mis semejantes y volver a sentirlos con todos los sentidos de que disponemos.

Somos seres sociales por naturaleza y para mantener la cordura y la ganas de vivir necesitamos como el agua, el contacto «íntimo» con nuestros semejantes. Ese contacto que nos han robado durante estos dos años y nos ha sumido a todos en algún momento en un universo de ansiedad, depresión, soledad, temores sin fundamento y hasta nos ha hecho enfermar física, mental y emocionalmente.

Por este motivo, es imprescindible y casi diría obligatorio satisfacer lo que algunos llaman «Hambre de piel». Estamos hambrientos de tocar y dejarnos tocar, porque nuestro cerebro, nuestro cuerpo y nuestro alma lo necesitan para funcionar con más normalidad y permitir que nos recuperemos en todos los aspectos de nuestra humanidad.

 

El contacto físico es vital desde que nacemos (contacto piel con piel con la madre) hasta el día en que morimos (abrazo de despedida, caricias…). Las personas tenemos la capacidad de enviar, recibir e interpretar señales emocionales a través del tacto.

 

Necesitamos tocarnos, porque es un modo excelente de dar y recibir afectos de forma reciproca. No nos referimos a conductas sensuales o sexuales, sino a las que se producen en las relaciones con personas de la red social de convivencia, en las relaciones interpersonales cotidianas.

 

Durante la pandemia de covid-19, la mayoría de las personas se han visto privadas de los apretones de manos, los abrazos amistosos o las palmadas en la espalda, lo que puede provocar sentimientos de aislamiento y exclusión. Y se han sustituido por chocarse los codos o los puños, ponerse la mano en el corazón o juntar las palmas de la mano del saludo indio (namasté). Que, evidentemente, no tienen el mismo impacto emocional.

 

Y es que cada vez hay mayor evidencia de los efectos beneficiosos del tacto en distintos aspectos:

 

Físicos: reduce el cortisol, nos relaja, mejora el sueño, mejora la respuesta inmune, aminora el dolor, calma la frecuencia cardíaca y disminuye la presión arterial, entre otros beneficios.

Emocionales: produce placer, reconforta, anima, consuela, genera alegría y fortalece la autoestima. También disminuye la ansiedad, la tristeza y el miedo.

Sociales: enriquece la comunicación interpersonal, favorece la empatía y las conductas prosociales, propicia la expresión de afectos, consolida lazos sociales y genera buen clima.

 

Salgamos de la cabaña donde nos hemos metido durante la pandemia y abrámonos a recibir todos los efectos beneficiosos del tacto con naturalidad y con ganas de saciar toda el hambre atrasada. Sólo así seremos capaces de superar esta pesadilla y construir algo mejor de lo que teníamos.

 

Sal a la calle y déjate abrazar o regala besos o da besos sin conciencia o palmadas a lo loco para que se contagie más rápido que un virus la corriente de empatía y bienestar que provoca el tocarnos. Esta es la gasolina que necesitamos y además es gratis.

 

Todo aquel que quiera un abrazo que me llame, tengo a montones y de diferentes colores. Os espero para hacer de este mundo, un sitio más agradable para seguir viviendo.

 

UNIVERSO DE LAS BUENAS NOTICIAS:

 

Danzad, danzad, benditos:

Bailar requiere una variedad de habilidades diferentes, tanto mentales como físicas. Lo que se traduce en un buen número de beneficios para la salud, tal y como apunta un cuerpo extenso de investigaciones.

En 2016 un grupo de investigadores se unió a un profesor de baile para crear un programa destinado a mayores de 65 años latinos. Consistía en una mezcla de merengue, cha cha cha, bachata y salsa que los voluntarios ejecutaron durante 4 meses, 2 veces a la semana. Tras ese periodo los bailarines habían aumentado su actividad física, mejorando su movilidad y velocidad de caminata (38 segundos más rápida).

Se ha descubierto que la danza es terapéutica para pacientes con enfermedad de Parkinson. Varios estudios han encontrado mejoras en la atención, la memoria verbal y la neuroplasticidad en adultos mayores sanos que bailan. Los investigadores también apuntan a mejoras en la memoria y la función cognitiva en ancianos con deterioro cognitivo leve después de un programa de baile de 40 semanas.

Otras investigaciones muestran que el baile ayuda a reducir el estrés, aumenta los niveles de serotonina y ayuda a desarrollar nuevas conexiones neuronales, especialmente en las regiones involucradas en la función ejecutiva, la memoria a largo plazo y el reconocimiento espacial.

No solo impone coordinación, resistencia, equilibrio y memoria para recordar los pasos. Además implica interacción social. La música por su parte estimula los centros de recompensa del cerebro.

Todo ello hace que el baile pueda ser la manera de hacer que tu cuerpo y mente se mantengan saludable a lo largo de los años.

 

El nutriente clave para la salud reproductiva: Esas grasitas buenas.

Las grasas saludables son un macronutriente imprescindible para mejorar el equilibrio hormonal y la salud reproductiva. También mejoran la absorción de las vitaminas liposolubles, alivian el síndrome premenstrual y apoyan la fertilidad y el embarazo

Atrás queda el mito de que las grasas son malas: los lípidos son un macronutriente saludable e imprescindible: en lo que debes fijarte es en seleccionar las grasas sanas y procurar que estas constituyan alrededor de un 30% de tu ingesta de calorías diaria.

Además, las grasas saludables son un micronutriente especialmente recomendado para mejorar la salud sexual, hormonal y reproductiva.

Las fuentes de grasa más recomendadas son aquellas monoinsaturadas y poliinsaturadas, como las presentes en frutos secos, semillas, pescados azules, aceites vegetales como el de oliva y otros alimentos como el aguacate.

Come grasa de la buena y haz el amor y no la guerra. A buen entendedor…..

 

Los ritmos binaurales: Ponte los cascos y disfruta del colocón.

Los sonidos binaurales son unos ritmos musicales que tienen la capacidad de afectar directamente al cerebro. Son una ilusión del cerebro que se produce cuando percibe una determinada frecuencia de sonidos.

Cuando escuchas un tono distinto en cada oído que se diferencian por una frecuencia de máximo 35 hercios (Hz), se genera la ilusión de una tercera frecuencia. Es lo que se conoce como ritmo binaural. Por ejemplo, si pusieras en tu oído izquierdo una frecuencia de 400 Hz y en tu oído derecho otra de 420 Hz, el cerebro genera un tercer ritmo de percepción de 20 Hz para compensar.

Según un nuevo estudio, esta ilusión genera un efecto muy parecido al efecto psicoactivo de determinados narcóticos. Podríamos definirlo como una droga digital, inocua y cada vez usada por más gente: la gente recurre cada vez más a los ritmos binaurales para experimentar efectos similares a las sustancias psicoactivas, tal y como concluye una investigación recientemente publicada en la revista Drug and Alcohol Review.

 

Son varios los beneficios supuestamente asociados a estos latidos, y bastantes los estudios que han suscitado: entre las posibles ventajas de los binaurales destacan la evasión, el alivio de la ansiedad y de la depresión, la reducción del dolor, la mejora de la memoria o el estímulo de la creatividad. También ayudarían a dormir mejor, a aliviar la fatiga mental o a tener una atención más plena.

 

Cómprate unos buenos cascos y disfruta de la evasión sana y de los efectos terapéuticos de estos sonidos. Yo me apunto.

 

 

Y hasta aquí hemos llegado con un alto sentido lúdico, como habréis observado. Es el momento de darnos placer en el más amplio sentido de la palabra. Ya hemos sufrido bastante en muchos sentidos y nos merecemos disfrutar y regocijarnos.

 

 

Que la salud y la sabiduría os acompañen.

Doc Juan Carlos Alonso
#SanosySabios#
Círculo de Salud

 

 

 

 

 

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