LAS BUENAS NOTICIAS EN SALUD DEL CLUB DE #SANOSYSABIOS#: Como cuidar del sistema inmune y mejorar la salud a todos los niveles.

Buenos días mis queridos pacientes y asociados de todo tipo y condición. Bienvenidos al club de #SanosySabios#, donde nos cuidamos y aprendemos a cuidarnos.

Cuando pensamos en nuestro sistema inmune, lo normal es pensar que sólo sirve para defendernos de nuestros archienemigos microscópicos (como el caso del Covid19) y evitar que enfermemos de cualquier enfermedad de origen infeccioso.

Pero eso es sólo una parte de las numerosas funciones que desempeña. A mi me gusta explicarle a mis pacientes que el sistema inmune se comporta como la policía del organismo. Es decir, la policía se encarga de vigilar que todos cumplan sus funciones correctamente y si detectan algún fallo en cualquier lugar del organismo, son los encargados de identificarlo y dar el aviso para que se pongan en marcha los mecanismos de reparación, compensación y/o resolución que sean necesarios.

Por tanto, actúan en cualquier sitio, momento y lugar en que sea necesario arreglar cualquier mal funcionamiento del organismo. Sería como una especie de «manitas arreglalotodo».

Cuando hablamos de inflamación, estamos hablando en cualquier caso del sistema inmune. La inflamación es la forma en que los componentes de este sistema, se activan para intentar solucionar cualquier problema.

 

Si hay una infección, nos inflamamos para erradicar al bicho invasor.

Si hay células tumorales, nos inflamamos para matar a las células dañinas.

Si hay entrada de toxinas, nos inflamamos para neutralizar esos venenos.

Si me sube la tensión arterial, también me inflamo. Y con el azúcar y con el colesterol y con el ácido úrico y con tantas otras cosas.

 

El problema es que a veces esa inflamación se cronifica y se vuelve contra nosotros, como en las enfermedades autoinmunes, neurodegenerativas, estrés crónico mantenido y cualquier enfermedad crónica como la insuficiencia renal.

Entonces nuestro principal aliado en el cuidado de la salud se convierte en nuestro principal enemigo.

 

Por eso es muy importante saber cuidarlo para que actúe correctamente y nos proteja de todo lo que viene de fuera y de todo lo que viene de dentro.

Hoy vamos a dedicarle un «Buenas Noticias» monográfico para aprender a cuidar de alguien tan importante y a la vez tan necesario para el cuidado de nuestra salud.

 

 

UNIVERSO DE LAS BUENAS NOTICIAS: INSTRUCCIONES PARA EL CUIDADO DEL SISTEMA INMUNE

 

 

1. Hidratación adecuada.

 

El 70 % de nuestro peso corporal es agua. Es un componente esencial para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, de todos los órganos en general.

En el caso concreto del sistema inmune, se combinan varios factores. Por un lado, el agua es esencial para que circulen correctamente los componentes del sistema inmune y los nutrientes que necesitan para funcionar. Por otro, se ha demostrado que estados de baja hidratación nos hacen más vulnerables a los gérmenes.

 

2. Alimentación sana y equilibrada.

La dieta debe ser variada, comer de todo en su justa medida. El consumo de legumbres, verduras y frutas, especialmente los cítricos, es muy importante para cuidar el sistema inmunitario. Si ir más lejos, se ha demostrado que el consumo habitual de zumo de naranja reduce la inflamación.

Además, existen evidencias de que tanto el excesivo consumo de sal como una dieta rica en grasas debilitan al sistema inmune.
El abuso del alcohol es demostradamente dañino. Por otro lado, existen evidencias de que las personas fumadoras tienen más infecciones y son más graves.

 

3. Sueño reparador.

Dormir lo suficiente es indispensable para gozar de buena salud. Sin embargo, los problemas del sueño están a la orden del día en la sociedad actual. Entre otras cosas porque la ansiedad y la prisa permanente afectan a la capacidad de dormir de la forma que necesitan tanto nuestro cuerpo como nuestro sistema inmunitario.

Por si fuera poco, dormir las horas necesarias (de 7 a 8 horas) influye en el correcto funcionamiento del ritmo circadiano (períodos de luz y oscuridad) y con ello en la acción de algunas hormonas como la melatonina, que a su vez es muy importante para el funcionamiento de los glóbulos blancos, células esenciales del sistema inmunitario.

 

4. Actividad física.

Ni la edad, ni la condición física, ni siquiera la falta de tiempo pueden servir de excusa para dejar de practicar ejercicio. Según la OMS basta con 150 minutos de actividad aeróbica a la semana para tener una salud de hierro.

En lo que respecta a las defensas, la práctica de ejercicio está relacionada con la liberación de determinadas endorfinas beneficiosas para el sistema inmunitario, que movilizan a las células inmunes y mantienen a raya la inflamación. Además, recientemente se ha descubierto que el movimiento estimula la producción tanto de células óseas como de células del sistema inmune.

 

5. Higiene.

Ni que decir tiene que la higiene es otra medida fundamental, empezando por la de las manos (en el foco desde la pandemia) y la salud bucodental. Tan importante como lavarse a conciencia es secarse, ya que de lo contrario la piel se queda húmeda y fomenta el crecimiento de hongos y otros microbios.

Desde el punto de vista del sistema inmune, el debate gira en torno a si el exceso de higiene en los primeros años de vida resulta contraproducente al impedir el funcionamiento óptimo del sistema inmune para su maduración, aumentando de esta forma la aparición de enfermedades autoinmunes y alergias.

 

6. Optimismo y naturaleza.

El concepto de salud global de la OMS incluye la importancia de la salud mental y emocional para la salud física de nuestro organismo. Por lo tanto, también es un punto importante a tener en cuenta. Mientras que el cortisol que liberamos en situaciones estresantes amordaza al sistema inmune, hay evidencias de que estar de buen humor lo estimula. A veces basta dar un paseo por la naturaleza o escuchar música que nos pone de buen humor para reforzar nuestras defensas.

 

7. Cuida de tu microbiota y cuidarás de tu sistema inmune:

En la actualidad, existen numerosos estudios científicos que ponen de manifiesto la relación que existe entre dieta, microbiota intestinal y salud.
El equilibrio adecuado de una microbiota sana es vital para el desarrollo de la respuesta innata del sistema inmune y si hay cambios en la composición de la misma, habrá fallos en esa respuesta inicial y tan necesaria de nuestro sistema inmune.

Está demostrado, por ejemplo, que una dieta a base de alimentos de origen vegetal previene de padecer enfermedades no transmisibles (obesidad, diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, cáncer, etc.). Pero también sabemos que mejora la composición y funcionalidad de la microbiota intestinal. Para que se vean estos beneficios valdría con llevar una dieta como la mediterránea, preparada a base de frutas, verduras y hortalizas, legumbres, frutos secos, etc.

 

8.- Suplementos alimenticios para reforzar el sistema inmune:

– Vitamina C

El problema con la vitamina C viene al saber que nosotros, los humanos, no podemos fabricarla ni almacenarla. Y es que la vitamina C es un poderoso antioxidante y fortalece las células de nuestro sistema inmune. Pero eso sí, no se puede reponer a no ser que sea con suplementos alimenticios. Hay que tenerlo muy en cuenta y por eso se posiciona en el primero de esta lista.

 

– Vitamina D

La deficiencia de vitamina D es un problema mundial porque esta vitamina-hormona modula muchos aspectos de nuestra función inmunológica. Hace que nuestro sistema inmunológico innato sea más eficiente para matar bacterias y virus, y puede reducir la frecuencia de infecciones de las vías respiratorias superiores.

 

– Zinc y Selenio:

La Organización Mundial de la Salud informa de que entre el 17% y el 30% de la población mundial tiene una deficiencia de zinc y selenio, lo que puede afectar los resultados de salud.

Son oligoelementos con efectos cruciales sobre la eficacia de las células y las citocinas de nuestro sistema inmunitario innato y adaptativo.
Ayudan a combatir los virus, nos protege del daño de los radicales libres a nuestras células y se ha demostrado que acorta la duración de un resfriado cuando se administra como suplemento.

 

– Curcumina

Esta sustancia es el principal ingrediente activo de la raíz de cúrcuma y se ha demostrado que tiene muchos beneficios para la salud. De hecho, hay muchos ensayos en humanos que muestran la eficacia de la curcumina en el tratamiento de diferentes enfermedades.

La “magia” de la curcumina, si queremos llamarlo así, es cómo disminuye la inflamación en múltiples niveles del cuerpo, no solo ayudando a aliviar los síntomas del dolor y la artritis, sino también bloqueando las citocinas inflamatorias que provocan enfermedades autoinmunes, enfermedades cardíacas y diabetes.

 

 

Y podríamos seguir hablando de más temas relacionados con el cuidado de nuestro sistema inmune, pero creo que con este pequeño manual de instrucciones tenéis para ir empezando a cuidarlo, como se lo merece.

 

Espero que paséis un buen domingo y nos vemos la semana próxima. Que la salud y la sabiduría os acompañen.

 

 

Doc Juan Carlos Alonso
#SanosySabios#
Círculo de Salud

 

 

 

 

 

Comparte en tus Redes Sociales