LAS BUENAS NOTICIAS DEL CLUB DE #SANOSYSABIOS#: Los suplementos nutricionales que te tomas: ¿Mejoran tu salud o vacían tus bolsillos?

Buenos días mis queridos pacientes y asociados de todo tipo y condición. Bienvenidos al club de #SanosySabios#, donde nos cuidamos y aprendemos a cuidarnos.

 

Las vitaminas y los suplementos alimenticios son utilizados por muchas personas que tratan de compensar las carencias de su dieta. De hecho, los estadounidenses gastaron 50.000 millones de dólares en 2021 en este tipo de complementos dietéticos.

En España estamos en una media 155 euros por persona al año de gasto en este tipo de suplementos, lo que supondría unos 6000 millones de euros.

 

En este contexto esta claro que es una industria que mueve mucho dinero y en la que se mueven muchos intereses, unos totalmente razonables y legítimos y otros con muchos claro-oscuros.

El hecho de que hayan muchas personas que se gastan mucho dinero en consumir estos suplementos, no es sinónimo de que estos funcionen realmente.

 

Todos sabemos que las estrategias de marketing están muy bien dirigidas y nos llevan a creer que son eficaces y que si no lo son, al menos no perjudican, porque son «naturales». Y claro que el exceso de algún suplemento puede ser perjudicial para nuestra salud.

 

Y aquí viene otra vez la ciencia hecha con rigor y seriedad para desvelar la verdad en estos campos tan resbaladizos.

 

Y lo primero que nos encontramos es que existen muy pocos estudios con la suficiente entidad en número de pacientes y de diseño metodológico que arrojen luz sobre los suplementos. Y que muchos de ellos están financiados por las propias empresas que los venden, por tanto de entrada ya están muy sesgados en sus resultados.

 

Después de buscar y rebuscar sólo disponemos de la clasificación de los estudios en función de su grado de evidencia en 4 grupos:

 

– Grupo A: Disponen de estudios rigurosos que demuestran su eficacia en situaciones específicas.

– Grupo B: Disponen de pocos estudios y por tanto hay poca evidencia de sus evidencia. Pero están en curso investigaciones para confirmar sus posibles beneficios.

– Grupo C: Sólo hay alguna publicación de casos aislados con posibles beneficios. Pero no existe ningún estudio que los demuestre.

– Grupo D: Sólo esta basado en recomendaciones de expertos y por tanto, tampoco disponen de estudios específicos.

 

 

En el grupo A, el único con amplia evidencia científica, nos encontramos suplementos que abarcan desde los probióticos, los ácidos grasos omega 3, el ácido fólico, la coenzima Q10, la vitamina D, la vitamina C, vitaminas del grupo B, Hierro, Calcio, Magnesio, Multivitamínicos, selenio y Zinc.

 

 

En el grupo B, pocos estudios con evidencia y necesitan más investigación, tenemos a los prebióticos, vitamina E, cúrcuma, colágeno, carnitina, y N-acetilcisteína entre otros.

 

 

Del resto de los suplementos irían a parar a los grupos C y D sin ningún tipo de evidencia que lo respalde.

 

 

¿Esto quiere decir que son malos, que son una tomadura de pelo o que no sirven para nada?. No, porque estamos hablando de micronutrientes en muchos casos que nuestro organismo necesita para su correcto funcionamiento. Sólo quiere decir que como no se han hecho estudios, no se puede decir que sean eficaces en el caso de suplementación.

 

No podemos olvidar que la mejor forma de suplementarse es seguir una dieta variada, equilibrada y adaptada a nuestro entorno en el que vivimos, para disponer de todos los macro y micronutrientes que nuestro organismo necesita.

 

 

Y si en algún caso tenemos algún síntoma que nos haga pensar que nos faltaría algún tipo de suplemento. Antes de preguntar al cuñado, al amigo, al vecino o a cualquier fenómeno del barrio y empezar a tomar de todo para estar sanos y fuertes, preguntemos a los médicos que deberíamos saber un poco más de nutrición y un poco menos de medicamentos «hipermegacaros».

 

 

El universo de los suplementos se alimenta de la necesidad de conseguir con rapidez una salud de hierro en el marco de una sociedad basada en el consumismo y la cultura de la inmediatez.

 

 

Y por otro lado y más grave, si cabe, de la excelsa ignorancia de muchos profesionales de la salud que dejan en manos de las grandes multinacionales la información a nuestros pacientes sobre la conveniencia o no de tomar suplementos.

 

 

 

Por tanto, hagamos honor al nombre de nuestro club y seamos «SanosySabios» en este mundo de los suplementos. Os recomiendo que huyáis del autoconsumo sin conciencia por los riesgos sobre vuestra salud y la poca eficacia que podéis conseguir y acudáis siempre a un profesional de confianza que este formado en estos temas y os pueda asesorar con criterio para mejorar vuestra salud.

 

 

 

Que la salud y la sabiduría os acompañen. Hasta la próxima.

Doc Juan Carlos Alonso
#SanosySabios#
Círculo de Salud

 

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