Buenos días mis queridos pacientes y asociados de todo tipo y condición. Bienvenidos al club de #SanosySabios#, donde nos cuidamos y aprendemos a cuidarnos.

 

Todos los días estamos oyendo y leyendo montones de noticias sobre los males de este mundo que estamos construyendo. Por todos lados, nos acechan los peligros de la contaminación ambiental, el cambio climático, las guerras, el hambre en amplias zonas del planeta, el aumento de las enfermedades crónicas degenerativas como el cáncer y el Alzheimer y tantas otras malas noticias que tienen un impacto real sobre nuestra salud tanto en términos de calidad de vida como de cantidad de años perdidos en expectativa de vida.

 

Y todo lo anterior es absolutamente cierto y da mucho miedo pensar en nuestro futuro y por supuesto, en el de las próximas generaciones que incluyen a todos nuestros descendientes directos.

Entonces, ¿sólo estamos abocados a vivir más años, pero con mucha peor calidad de vida y un alto consumo de medicamentos para mantenernos de pie con cincuenta mil teclas desafinadas?

 

Pues, si nos quedamos sólo con esta imagen tremendista de nuestro planeta, parece que si. Ese es nuestro destino sin lugar a dudas.

 

Pero, si somos capaces de buscar en este mismo planeta, encontraremos algunas zonas del mismo donde la realidad cotidiana no tiene nada que ver con el panorama desolador que acabo de mostraros.
Existen, viviendo entre nosotros, seres humanos que disfrutan de un estilo de vida que les permite vivir hasta los 100 años con pleno uso de sus facultades físicas, mentales y sociales.

 

Y no, esto no es un cuento chino. No os voy a hablar de «Shangri-la». Ese paraíso perdido y utópico que aparecía en la maravillosa película de Frank Capra, Horizontes Perdidos, donde se podía vivir durante cientos de años con un estado de salud envidiable y que estaba escondida a los ojos del común de los mortales.

 

Os voy a hablar de algo muy real y totalmente verídico. Existen 5 zonas en este planeta, donde se dan las circunstancias que permiten vivir bien y muchos más años que el resto de los terráqueos.

 

Ya sé que de estas zonas «Azules», como se las conoce, ya hemos hablado en otra ocasión. Hoy sólo quiero contaros, porque los habitantes de estos lugares han hecho posible este aparente milagro en medio de todas las barbaridades que se ven en el resto del mundo.

Y para ello, voy a escoger a una de estas 5 zonas privilegiadas. Se trata de Icaria. Es una isla griega situada en el mar Egeo, donde uno de cada 3 habitantes supera con creces la friolera de los 90 años.

 

¿Cuáles son los factores que hacen que estos griegos alcancen con relativa facilidad esta edad y ,no solo eso, que puedan seguir disfrutando de su vida cotidiana?

 

Se pueden resumir en 6 hábitos que todos podríamos asumir, si nos lo propusiéramos, y convertir nuestros espacios vitales en más zonas azules a lo largo y ancho del planeta Tierra. Aquí os los dejo para que los pongáis en práctica:

 

 

– Estilo de vida de montaña: Los residentes de las zonas azules se mantienen activos y vigorosos, conservan su masa muscular y destreza y siguen subiendo y bajando colinas, disfrutando de la vida al aire libre y huyendo del sedentarismo. La propia altitud de la montaña ayuda a fortalecer la musculatura y a trabajar la respiración. Los especialistas recomiendan trabajar contra la gravedad haciendo sentadillas y flexiones, subiendo y bajando escaleras o paseando por el monte.

 

– Bendita dieta mediterránea: No queda casi nada por decir de la dieta mediterránea, que encadena ya 5 años seguidos siendo considerada la mejor del mundo. Entre sus destacados beneficios, previene la depresión, controla la inflamación en el cuerpo, cuida el corazón, previene la diabetes y regula el metabolismo.

 

– Especias cargadas de beneficios para la salud: Al igual que en España, en las cocinas de la isla griega de Icaria las hierbas frescas ocupan un destacado protagonismo no solo para mejorar el sabor de los platos, sino para prevenir numerosas enfermedades, quemar grasas, controlar el peso o mejorar el ánimo. Por ejemplo, la albahaca, el tomillo, el orégano o el romero, comunes en Icaria, son ricos en polifenoles, que alimentan las bacterias buenas de la microbiota intestinal.

 

– No se perdona la siesta: Las siestas, sobre las que la ciencia descubre cada vez más virtudes para el organismo, son el pan de cada día en Icaria y constituyen una gran práctica para aumentar la longevidad, reducir los niveles de estrés y, por tanto, evitar la inflamación crónica y el envejecimiento prematuro.

 

– Ayuno ocasional: Ayunar de vez en cuanto equivale a reiniciar el sistema metabólico en personas sanas. Diversos estudios dan buena cuenta de las ventajas del ayuno intermitente en relación con la longevidad, como el equilibrio de los niveles de azúcar en sangre, el control de la presión arterial y los niveles de inflamación.

 

– Conexiones humanas profundas: Evitar la soledad y pasar tiempo con la familia y los amigos brinda a las personas mayores una fuente de motivación esencial. En comunidades como Icaria, los ancianos son el pilar entre sus seres queridos y fuente de conocimiento. La alegría y el sentimiento de vínculo son esenciales para un envejecimiento saludable, ya que el aislamiento amplifica el estrés e incrementa la inflamación.

 

 

Es fácil, ya lo veis. Cualquiera de nosotros podría aplicarlo en su quehacer diario. Y sin embargo, no lo hacemos. ¿Porqué?

 

A esta última cuestión os dejo que cada uno, os contestéis con las mejores excusas que todos fabricamos a diario para no hacer, lo que deberíamos hacer y seguir haciendo y practicando un estilo de vida profundamente insano y perjudicial para cualquier ser humano vivo.

 

Por mi parte, yo solo puedo decir que lo llevo intentando bastante tiempo. A veces lo consigo y veo como mi vida mejora en todos los aspectos importantes a nivel físico, mental, emocional e incluso espiritual (no confundir este último con religioso). Pero, otras veces, me caigo con todo el equipo y la cago en todos los frentes posibles.

 

Y entonces me vuelvo a levantar y lo vuelvo a intentar y así hasta que consiga formar mi propio espacio «Azul» para mi y todos los que quiero y se atrevan a compartirlo conmigo.

 

Y con esto me despido hasta el mes que viene, donde os dejaré más buenas noticias de este hermoso planeta donde vivimos.

 

 

Que la salud y la sabiduría os acompañen. Hasta la próxima.

Doc Juan Carlos Alonso
#SanosySabios#
Círculo de Salud